Detectar de manera temprana un problema de audición en nuestros hijos es esencial para aportar una solución lo más adecuada, efectiva y rápidamente posible. En caso de dudas sobre la capacidad auditiva de los pequeños, de signos como un estancamiento en el desarrollo del habla o la incapacidad del menor para distinguir la fuente de un ruido, es imprescindible acudir a un centro auditivo para que le realicen unos sencillos tests auditivos, indoloros y totalmente inocuos, pero que darán las pistas necesarias sobre el camino a seguir.
Las pruebas audiométricas que realizamos en la etapa de la infancia son muy similares a las de los adultos, pero se adaptan dependiendo de la edad del paciente:
Desde de los 6 meses hasta los 2 años y medio
Realizamos una exploración mediante pruebas audiométricas basadas en el condicionamiento ante la presencia de estímulos sonoros. Es decir, de manera lúdica y jugando con el niño para distraerlo, presentamos un estímulo sonoro (un muñeco con luces y colores, por ejemplo) para ver si el niño lo escucha y hace un giro para buscar la fuente de donde proviene el ruido.
Desde los 2 años y medio hasta los 5 años
Seguimos realizando pruebas basadas en el juego, pero haciendo que los menores participen de forma más activa en estas dado que en este rango de edad son más autónomos. Una de las pruebas, por ejemplo, consiste en condicionar al paciente para que realice una acción determinada (por ejemplo, meter una pelota en una caja) ante determinado estímulo sonoro. Otras pruebas son de discriminación verbal: se presentan palabras relativas a objetos conocidos para esa edad a diferentes intensidades y se le pide que las asocie a un dibujo o imagen.
A partir de los 5-6 años
Por lo general ya podemos hacer audiometrías al igual que en un adulto, siendo necesario en ocasiones, al igual que en el resto de las etapas anteriores, realizar varias sesiones.
Es importante la detección precoz de cualquier problema auditivo, para de esta manera estimular acústicamente lo antes posible con la adaptación de audífonos o implantes.
La realización de una adaptación temprana permitirá un mejor desarrollo sobre todo en el lenguaje y una buena integración del niño.