Existen una serie de oficios cuya labor debe desempeñarse en lugares donde impera el ruido. En CAAB, te contamos cuáles son las profesiones que ponen en riesgo la salud auditiva.
Una exposición constante a fuertes sonidos induce a problemas auditivos, que generan molestias como mareos, dolor de cabeza, sensación de pitidos y zumbidos en los oídos, pérdida del equilibrio y disminución progresiva de la capacidad de escuchar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que 65 decibelios (dB) es el nivel óptimo para el oído humano sin ocasionar ningún daño al conducto auditivo. A partir de este nivel cualquier sonido pone en riesgo las estructuras del oído. Por ejemplo, una avenida de alto tránsito supera los 100 decibelios, el interior de una discoteca alcanza los 110 decibelios y el sonido de un taladro bordea los 120 decibelios.
A continuación enumeramos las profesiones que ponen en riesgo la salud auditiva:
1. Personal aeroportuario. El ruido que generan los aviones al despegar y aterrizar supera los 140 decibelios. Si bien todo el personal está expuesto, son los controladores de tráfico aéreo los que tienen más probabilidades de desarrollar pérdida auditiva a corto plazo.
2. Taxistas y conductores. Un conductor de taxi trabaja entre 10 a 14 horas diarias. Durante este tiempo sus oídos quedan en riesgo por el ruido de los motores de los coches y el bocinas, cuya contaminación sonora bordea los 100 decibelios en las denominadas “horas punta”.
3. Músicos. Los músicos conviven a diario con altos niveles sonoros que van entre los 80 y 110 decibelios debido a los instrumentos musicales y cantantes a alto volumen que utilizan en sus ensayos y presentaciones. En esta lista también figura todo el personal que labora junto a ellos en discotecas, conciertos y centros de diversión.
4. Repartidores motorizados. El ruido que bordea una motocicleta está en los 95 decibelios. A este factor hay que sumarle el bullicio de las calles y “la fuerza del viento”, elementos que ponen en riesgo la salud auditiva de los motociclistas. Un sector atendido mayormente por jóvenes.
5. Mineros. El proceso de extracción del material dentro de una minera y el uso de herramientas eléctricas o maquinarias es una tarea que implica ruidos a alto nivel. Se estima que en estos campos de trabajo el ruido ambiental supera los 135 decibelios.
6. Obreros de construcción. Trabajar con maquinaria pesada o liviana en la industria de la construcción es una faena muy ruidosa. Los taladros, por ejemplo, se sitúan entre las herramientas de mayor uso y generan un ruido mayor a los 120 decibelios.
7. Profesores. Con el retorno a las clases presenciales, vuelve también el bullicio a los salones de clases. Los profesores están expuestos a los gritos por los juegos de los niños, principalmente los de inicial y primaria. Se estima que un salón de clase de este nivel alcanza los 85 decibelios. El riesgo auditivo de este sector aumenta por el uso de parlantes y música a alto volumen en las actuaciones escolares.